Silencio
¿Por qué sigues aquí? Pensaba que te habías ido. ¿Por qué sigues acechándome? ¿Acaso no tienes más gente a la que perseguir, a la que acosar con tu presencia, agobiar y hundir en la miseria? Te empeñas en engañarme. Simulas tu marcha y esperas a que me confíe y cuando por fin me descuido vuelves.
Déjame, ya no puedo soportarlo más. No me gusta tu presencia, no me gusta sentirte, que te cueles en mi interior y me destruyas por dentro, pedazo a pedazo hasta no dejar ni un ápice de lo que con tanto esfuerzo he conseguido.
¿Por qué tienes ese empeño en estar junto a mí? Solo explícamelo, dime tus razones y trataré de entenderte, y así, y solo así puede que tal vez pueda soportarlo.
Estoy aquí porque tu me has llamado.
¿Yo? No te he llamado, no quiero saber nada de ti, no puedo ni verte.
Cierto, no puedes verme y sin embargo no paras de anhelarme. Me llamas, desesperadamente y yo acudo a tu llamada. ¿Acaso crees que eso que sientes en tu corazón es obra mía? Yo acudo cuando te apoderas de ese sentimiento, cuando lo haces tuyo, y hasta que no seas capaz de expulsarlo no podrás librarte de mí.
Pero, tú sabes que esto no es lo que quiero, sabes que en esta situación solo puedo sufrir.
El sufrimiento es un sentimiento necesario. Es lo que te hace un ser humano. Si fueras inmune al sufrimiento no serías humano, serías una máquina.
¿Y quién te ha dicho que yo no quiero ser una máquina?
Esa elección no es tuya. Tú naciste, no te hicieron y siendo así no puedes elegir ni quién eres ni porqué eres así.
No es justo.
No, y no lo será. ¿Acaso pensabas que vivías en un mundo fácil? Esto es la vida real y aquí no te espera nada más que dolor y sufrimiento.
¿Con eso intentas decirme que después de esta vida hay otra en la que no sufriré? Si así fuera por fin vencería ese sentimiento, sería mas fuerte, e incluso inmune. Puedo convertirme en una máquina, estoy dispuesta a renunciar a mi corazón si con eso consigo dejar de sufrir. ¿qué me dices? ¿Seré feliz después?
Yo no puedo contestarte a eso, pero recuerda, la esperanza es lo último que se pierde...
Eso es algo que ya he perdido, ¿cómo puedo recuperarla? ¿Qué tengo que hacer?
Se ha ido.
No, sigues aquí aunque has vuelto a ocultarte. Tu silencio me hiela, me duele, me mata...
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