A cuatro vientos
Hoy solo tengo algo en mi mente: volver a verte. He cruzado la línea, ya no temo nada ni a nadie, solo sé que quiero esos candiles que tienes por ojos.
Puede sonar muy atrevido, osado e incluso loco, pero es lo que me dicta el corazón y no puedo ni quiero ir en su contra, porque creo que este sentimiento es tan bonito que vale el esforzarse por lograr que se cumpla, por llegar a rozar esos labios tuyos que tanto me gustan.
Hemos compartido 6 días, colaborando codo con codo y ha sucedido algo que pensé que era imposible: te quiero más. Lo malo es que ahora, luego de volver, tengo el mono... pero de tí, de compartir cosas contigo, de verte, contemplarte y seguir pensando que eres demasiado buena como para que te cruces en el camino de este pobre hombre, que desde hace un tiempo vive sin corazón, porque te lo has llevado, y desde entonces solo intento hacer las cosas bien, pero no siempre lo consigo...
Pero no voy a claudicar porque la recompensa es más valiosa que el oro y la plata, no pararé porque siento que no hay nada más hermoso, nada tan preciado; no existe nada por lo que cambiaría lo que siento ni lo que ha pasado. Tal vez no fue como había planeado, pero cuando pasa eso en la vida real?
No sé que hacer, pero sí sé qué puedo decir, enganchando con el título de la entrada...
...Itziar, te quiero...
4 comentarios:
Que romántico te nos has puesto. Y es que no es para menos. Cuando Cupido te toca no tienes nada que hacer.
Suerte ;)
Aitzi, Gracias por las expectativas..jeje
En cuanto a Santi, ke valiente eres (contagiame algo...)
:$ lotsaaaaaaaaaaaa
oooooooo ze politta!
Sólo falta al violinista tocando de fondo nananaaaaaa...nanananananananaaaaa...
Santi con un par, bai jauna!
Te deseo lo mejor en esta entregado de amor a los cuatro vientos, parte I
(yo quiero las siguientes partes también, mesedeeeeez)
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